Como dijo Saúl Hernández, todo tiene un fin. En 1997 el britpop estaba desgastado, como cualquier otro género cuando lleva años siendo dominante.

Texto por: @Sean | Fecha: 13/08/2024
A inicios de los 90s, cuando en Estados Unidos dominaba el grunge, el Reino Unido tenía la fiebre del Madchester, una escena cuyo género principal era el indie dance o indie rave, y que como líderes tenía a The Stone Roses, James, Happy Mondays e Inspiral Carpets, principalmente. Con el paso de los años, la escena del Madchester fue perdiendo relevancia y, mientras que The Stone Roses sufría en la preparación de su segunda venida, una variedad de grupos con influencias de Ian Brown y sus compañeros y de The La’s, como Suede y Blur, fueron los que tomaron su lugar en la música británica.
Estas bandas, junto con otras, como Pulp, que crecieron en reconocimiento más adelante, retomaban los sonidos de los 60s (la época de la primera invasión británica) y los modernizaban, además de hablar de temáticas muy relacionadas con la vida en esas islas. A este nuevo estilo (o algo así) se le llamó britpop. La popularidad del género aumentó sustancialmente en 1994 tras el lanzamiento de Parklife, el tercer álbum de Blur, y el de Definitely Maybe, álbum debut de Oasis. Así iniciaba la que después sería la gran rivalidad del britpop. Dado que los hermanos Gallagher, líderes de Oasis, eran abiertamente ultra fanáticos de The Beatles, por ahí se decía que ellos eran los nuevos Beatles y Blur los nuevos Rolling Stones.
Pero Blur y Oasis no solamente eran diferentes musicalmente, sino que representaban también las disparidades de la vida en la Gran Bretaña. En primer lugar, estaban las diferencias geográficas, siendo Blur de Londres, al sur de Inglaterra, y Oasis de Manchester, al norte. Además, por un lado, Blur se conformaba por cuatro estudiantes de arte de clase media, por otro, Oasis era famosamente comandado por un par de hermanos y sus amigos de clase obrera. Estas diferencias llamaron la atención de los medios, los cuales buscaban crear controversias y conflictos entre las dos bandas con el fin de aumentar sus ventas. Si bien inicialmente los miembros de ambas bandas se llevaban bien, con el paso del tiempo su relación se fue desgastando y derivó en frases como aquella mítica de Noel Gallagher cuando dijo, parafraseando, que odiaba tanto a Alex James y a Damon Albarn que esperaba que les diera SIDA y se murieran. Es más, ni estoy parafraseando, esa cita es textual.
En este contexto llegó 1995 y el lanzamiento de nuevos álbumes de ambas bandas: The Great Escape de Blur en septiembre y (What’s the Story) Morning Glory? de Oasis en octubre. El plan original era que ambos lanzaran el primer sencillo de sus respectivos álbumes durante agosto, aunque en fechas diferentes. Por alguna razón, ya sea para aprovechar la situación, para retar a sus rivales o por lo que sea, Blur adelantó la fecha de lanzamiento de Country House para que coincidiera con el lanzamiento de Roll With It de Oasis el 14 de agosto de 1995. Los medios se volvieron locos. Se había declarado la batalla del britpop.
Durante las semanas anteriores a sus lanzamientos, las revistas especializadas y el público en general especularon ampliamente sobre el resultado de la batalla, aunque el consenso pareció llegar a que Roll With It vendería más copias que Country House. De forma increíble, el consenso estaba equivocado. Country House terminó la semana en el número 1 de las listas, mientras que Roll With It se tuvo que conformar con el número 2. Luego llegó el lanzamiento de The Great Escape en septiembre, recibiendo grandes comentarios de la crítica, incluyendo una insólita calificación de 11 de 10 por parte de NME, la publicación más reconocida de los medios británicos. Por otro lado, tras el lanzamiento de Morning Glory, la crítica dijo que, en resumen, estaba mediocre y que no era tan bueno como Definitely Maybe. Blur había ganado la batalla…
…pero, al final, no ganó la guerra. El tiempo le dio la razón a Oasis. Morning Glory ahora es considerado un clásico, uno de los mejores álbumes de los 90s y tal vez de la historia. En cambio, The Great Escape ahora se considera uno de los álbumes más sobrevaluados, tanto que hasta Damon Albarn mismo acepta que es de lo peor que ha hecho. Personalmente, The Great Escape me parece muy bueno, pero Morning Glory es Morning Glory, maldición.
Como dijo Saúl Hernández, todo tiene un fin. En 1997 el britpop estaba desgastado, como cualquier otro género cuando lleva años siendo dominante. En febrero de ese año, Blur lanzó su álbum homónimo (el que trae Song 2, la del woo-hoo), que se alejaba del britpop para ser algo más parecido al rock alternativo que se escuchaba en Estados Unidos. Con el camino libre, Oasis alistaba lo que debía ser el momento cumbre del género: el lanzamiento del esperadísimo Be Here Now en agosto. La gente hizo filas afuera de las tiendas para comprarlo en su primer día a la venta, y las tiendas respondían entregando certificados de compra del día de lanzamiento. Por su parte, los críticos dijeron que era lo mejor que había pasado en el mundo desde el descubrimiento del fuego o algo parecido.
Lamentablemente, a Be Here Now le cayó la de The Great Escape. Al poco tiempo la gente se dio cuenta de lo que realmente era el álbum: cocaína hecha música. Los hermanos Gallagher aceptan que grabaron esas canciones nada más para tener ingresos con los cuales financiar sus adicciones. Se dice que el britpop murió justo el día de su lanzamiento, el 21 de agosto de 1997, poco más de dos años después de la batalla. En lo personal, Be Here Now me parece excelente, pero Morning Glory es Morning Glory, maldición.
La música británica no tardó en encontrar un nuevo modelo al cual seguir, pues OK Computer de Radiohead había sido lanzado unos cuantos meses antes y, si bien no era del género, sí creó lo que se conocería no oficialmente como post-britpop, el de bandas como Travis, Coldplay, Keane y Snow Patrol. Por otro lado, el surgimiento del britpop popularizó la música inglesa en general, lo cual trajo como efecto secundario el fenómeno global de las Spice Girls y, a su vez, la llegada triunfal del pop adolescente a finales de la década, el de Britney Spears, Christina Aguilera, Backstreet Boys y N*Sync. Ah, qué cosa tan hermosa.
A treinta años de la batalla del britpop, casi todos los participantes siguen activos y haciendo grandes cosas. Por ejemplo, los hermanos Gallagher y Bonehead están de regreso como Oasis y visitarán México el próximo mes, Damon Albarn sigue haciendo miles de cosas nuevas con sus miles de proyectos, incluyendo Gorillaz, y Dave Rowntree fue candidato para ser miembro del parlamento inglés en 2024. Quién lo diría.
¿Qué hubiera sido de los 90s sin las grandes canciones y eventos que nos trajo el britpop? Tal vez nunca lo sabremos, pero, por eso mismo, siempre es bueno recordar y “reescuchar” esas épocas. Te invito a revivir la batalla escuchando The Great Escape y (What’s the Story) Morning Glory? para que tú decidas si Blur fue justo vencedor o si se lo merecía Oasis. Tal vez te puede poner en ambiente si verás a los hermanos Gallagher en vivo los próximos 12 y 13 de septiembre.