Un informe reciente en Harper’s Magazine revela una posible alteración en la distribución de regalías que perjudica a los músicos reales.

Texto por:   @AvanzadaMx  | Fecha: 07/01/2025

En los rincones más oscuros de la industria musical, un término ha comenzado a resonar con fuerza: “artistas fantasma”. Este concepto, que mezcla intriga y denuncia, se ha convertido en el centro de una de las mayores controversias que Spotify ha enfrentado en los últimos años. Un reciente informe publicado en Harper’s Magazine por la periodista Liz Pelly ha sacado a la luz una práctica que podría estar alterando la distribución de regalías y dejando a los músicos reales al margen de los beneficios que merecen.

 

 

EL CORAZÓN DE LA DENUNCIA

El informe de Pelly acusa a Spotify de utilizar “artistas fantasmas” en sus listas de reproducción más populares. Estas listas, diseñadas para acompañar estados de ánimo o géneros específicos, estarían incluyendo música de artistas sin identidad verificable. Estos supuestos músicos viralizados parecen tener una “existencia fantasmal”, ya que, tras investigar sus perfiles, no se encuentra información relevante sobre ellos.

 

Spotify ha negado categóricamente estas acusaciones, declarando que la idea de que utilizan perfiles falsos es “categóricamente falsa, punto final”. Sin embargo, el informe de Pelly no se limita a estas declaraciones. Alega que, aunque Spotify no esté creando perfiles ficticios, sí podría estar curando sus listas con música de empresas como Epidemic Sound, una firma sueca conocida por proporcionar material de stock para anuncios y contenido audiovisual.

 

LA JUGADA DETRÁS DE LAS LISTAS DE REPRODUCCIÓN

La investigación también arroja luz sobre cómo Spotify podría estar desplazando a artistas reconocidos para incluir música de menor costo en sus listas. Un ejemplo citado es la lista de reproducción “Ambient Chill”, que según el escritor de música David Turner, ha sustituido canciones de figuras como Brian Eno, Bibio y Jon Hopkins por tracks de Epidemic Sound. Este movimiento no solo reduce el pago de regalías a artistas consolidados, sino que también plantea dudas sobre la transparencia de Spotify hacia sus usuarios.

 

Este enfoque también parece estar relacionado con el modelo conocido como Perfect Fit Content (PFC), donde listas completas están compuestas casi en su totalidad por contenido de empresas asociadas como Epidemic Sound. En 2023, se crearon más de 150 listas de reproducción bajo este esquema. Aunque Spotify promueve a sus curadores de playlists como “entusiastas musicales con conocimientos enciclopédicos”, el informe sugiere que la plataforma ha comenzado a contratar editores menos preocupados por la integridad musical y más dispuestos a trabajar con el modelo PFC.

 

LA CRISIS DE LAS REGALÍAS Y LOS ARTISTAS REALES

El impacto más preocupante de este esquema es la disminución de regalías para los músicos reales. Al priorizar contenido de stock y reducir los costos asociados con las licencias musicales, Spotify está desviando ingresos que podrían estar destinados a los creadores independientes. Este modelo económico, liderado por el CEO de Spotify, Daniel Ek, ha sido criticado por tratar la música como un contenido barato y prescindible. Ek llegó a describir los costos de producción de contenido como algo “casi nulo”, lo que desató una ola de indignación entre los artistas.

 

ARTISTAS CONTRA SPOTIFY: EL GRITO DE PROTESTA

Los artistas no han permanecido en silencio. Desde el boicot de Neil Young en 2022 hasta las protestas más recientes lideradas por Kate Nash, el descontento con Spotify ha ido en aumento. Nash, quien se manifestó frente a las oficinas de Live Nation y Spotify, describió la situación como una “crisis total”. En un comunicado contundente, declaró: “La industria musical ha fallado a los artistas y es completamente insostenible”.

 

La cantante también compartió su experiencia personal sobre la falta de apoyo financiero de la industria, lo que la llevó a buscar ingresos alternativos mediante plataformas como OnlyFans. Nash explicó: “Vender fotos de mi trasero me da la agencia para reinvertir en mi economía creativa. La industria musical no me da esa agencia”. Estas palabras resonaron con miles de músicos independientes que también enfrentan la lucha por mantener su arte vivo en un sistema cada vez más hostil.

 

UN SISTEMA ROTO

La discusión sobre los artistas fantasma de Spotify no es solo una cuestión de justicia económica. También es un símbolo de un sistema que parece haber perdido el rumbo, donde las grandes plataformas priorizan los beneficios a corto plazo por encima del talento y la creatividad. Las acusaciones contra Spotify son una llamada de atención para toda la industria musical, que debe replantearse cómo valorar y proteger a sus artistas.

 

El caso también plantea preguntas importantes para los oyentes. ¿Sabemos realmente de dónde proviene la música que escuchamos? ¿Estamos apoyando a los creadores que amamos o contribuyendo a un modelo económico que los margina? La responsabilidad también recae en los usuarios, quienes pueden presionar a las plataformas para exigir mayor transparencia y equidad.

 

EL FUTURO DE SPOTIFY Y LA INDUSTRIA MUSICAL

Mientras las críticas hacia Spotify continúan acumulándose, la plataforma se encuentra en una encrucijada. Para muchos, la solución es clara: Spotify debe abandonar las prácticas cuestionables como el uso de artistas fantasma y adoptar un enfoque que priorice la justicia para los músicos. Esto podría incluir un aumento en las tarifas de suscripción para garantizar un pago más justo a los creadores, así como una revisión completa de su modelo de negocio.

 

En el panorama actual, donde los artistas buscan formas alternativas de financiar su música, las plataformas como Bandcamp están ganando popularidad. Estas ofrecen a los creadores un mayor control sobre sus ingresos y un acceso directo a sus fans. Si Spotify no cambia su rumbo, podría enfrentar un éxodo de artistas hacia opciones más sostenibles.

 

La industria musical está en un momento de transición, y los próximos años podrían determinar el futuro de plataformas como Spotify. Una cosa es segura: los artistas no están dispuestos a quedarse callados, y su lucha por un sistema más justo apenas comienza.

 

El debate sobre los artistas fantasma y las listas de reproducción en Spotify es más que una simple polémica. Es una batalla por el alma de la industria musical, donde la creatividad y el arte se enfrentan a la comercialización desenfrenada. Para los amantes de la música, es un recordatorio de la importancia de apoyar a los artistas reales y exigir transparencia a las plataformas que consumimos. Al final, el futuro de la música está en nuestras manos.