The Amateur narra cómo Charles Heller (Malek), criptógrafo de la CIA, tras perder a su esposa en un atentado, decide buscar justicia a toda costa.

Texto por: @AvanzadaMx | Fecha: 09/04/2025
En un panorama saturado de héroes invencibles, coreografías imposibles y efectos que compiten por la atención, The Amateur llega como una rara avis. Dirigida por James Hawes y protagonizada por Rami Malek, esta cinta se atreve a explorar el thriller de espionaje desde una óptica mucho más humana, introspectiva y ambigua. ¿Qué ocurre cuando el protagonista no es un asesino entrenado, sino un analista de datos movido por el dolor y la pérdida? Aquí, el suspenso no viene de persecuciones espectaculares, sino de las tensiones internas, los dilemas éticos y la lucha entre justicia y venganza.
Basada en la novela homónima de Robert Littell, The Amateur nos presenta a Charles Heller (Malek), un criptógrafo de la CIA que pierde a su esposa en un atentado en Londres. Lo que inicia como un acto de duelo pronto se transforma en una búsqueda desesperada por hacer justicia, aunque eso implique cruzar las líneas que alguna vez juró nunca tocar.
Lejos de los códigos clásicos del género, la película evita glorificar la violencia y opta por una narrativa sobria y psicológica. Heller no tiene carisma de superespía, ni tampoco habilidades extraordinarias: su viaje es el de un hombre común enfrentado a la maquinaria global de la inteligencia y al abismo emocional de la pérdida. Su evolución, que va de la torpeza inicial a la eficacia casi robótica, plantea preguntas inquietantes sobre la transformación del dolor en obsesión.
Rami Malek entrega una actuación contenida, marcada por el nerviosismo y la fragilidad. Si bien algunos críticos encuentran su interpretación excéntrica o carente de fuerza en los momentos más dramáticos, hay una honestidad en su vulnerabilidad que resulta inusual en el género. El reparto lo acompaña con nombres como Laurence Fishburne magnético como el exmilitar encargado de entrenarlo, Holt McCallany y Julianne Nicholson, quienes dan forma a una CIA turbia y contradictoria.
Visualmente, Hawes opta por una paleta sombría, casi deprimente, que refuerza la sensación de encierro y decadencia moral. Aunque la acción se asoma en momentos puntuales como la ya comentada escena del “sky-pool” entre rascacielos, The Amateur es más un ejercicio de tensión que de adrenalina. Y ahí radica parte de su valor.
Sin embargo, no está exenta de problemas. La evolución del personaje principal hacia una eficiencia letal puede parecer demasiado apresurada, y algunos hilos narrativos como el debate sobre la ética en las operaciones encubiertas se sienten poco desarrollados. Incluso así, el filme logra instalarse en la conversación gracias a su tono distintivo y su decisión de no subestimar al espectador.
The Amateur es, en última instancia, un thriller de espías que apuesta por el silencio más que por la explosión, por el dilema moral antes que por la acción mecánica. Una propuesta que, aunque imperfecta, merece un lugar entre las películas que desafían las convenciones del género y nos obligan a mirar dentro, más que hacia fuera.