Texto por: @SeñoritaEquis | Fecha: 24/09/2025
Durante su último show en The Anthem, Washington D.C., el pasado 17 de septiembre, Shirley Manson lanzó una declaración contundente: la actual gira de Garbage por EUA será la última de este tamaño.
La vocalista explicó que no se trata de falta de energía ni de desinterés, sino de un problema estructural: “la industria discográfica ha robado tanto a las bandas” que salir de gira se ha vuelto económicamente inviable.
En su discurso, Manson advirtió que esta situación golpea con más fuerza a los músicos jóvenes, quienes muchas veces deben costear sus giras trabajando en paralelo, dormir en camionetas o arriesgarse en moteles inseguros. “Es peligroso e inaceptable”, expresó ante el público.
La gira, titulada “Happy Endings Tour”, comenzó en Orlando a principios de septiembre y representa una especie de despedida: la banda señaló que es poco probable que vuelvan a presentarse en muchas de estas ciudades.
Más allá del caso de Garbage, Manson expuso una preocupación mayor: el desgaste del modelo económico de la música. En entrevistas pasadas con NME, ya había denunciado que solo sobreviven quienes pertenecen a la vieja guardia de los 90, los artistas con éxitos masivos o quienes provienen de familias con recursos. “Lo que se pierde son las bandas que arriesgan, que vienen de entornos modestos y hacen música distinta. Eso es devastador”, comentó.
Este año, Garbage lanzó su álbum más reciente, “Let All That We Imagine Be The Light”, aclamado por la crítica como un trabajo luminoso en tiempos oscuros. Sin embargo, ni los reconocimientos ni la trayectoria de casi tres décadas los eximen de las dificultades que impone la industria actual.
Las palabras de Shirley Manson reflejan una realidad incómoda: si incluso una banda consolidada como Garbage ve inviable seguir girando, ¿qué futuro le espera a los artistas independientes que apenas comienzan su camino?