Harrison nunca creyó que su talento existiera en un vacío; siempre reconoció que la grandeza se construye sobre el trabajo de otros.

Texto por: @AvanzadaMx | Fecha: 15/10/2025
Cuando George Harrison dejó su marca en canciones icónicas como Something o While My Guitar Gently Weeps, no solo consolidó su lugar entre los grandes guitarristas de la historia, sino que elevó el talento de The Beatles a un nivel completamente nuevo. Con líneas de guitarra interesantes, emocionantes y a veces sorprendentes, su posición como uno de los mejores es indiscutible… aunque él mismo solía debatirlo.
Harrison siempre fue transparente sobre sus influencias y héroes musicales. Nunca tuvo problema en rendir homenaje a quienes lo inspiraron: Chet Atkins, Carl Perkins o Gary Moore fueron algunos de los músicos que admiraba públicamente. Lejos de pensar que su talento existía en un vacío, Harrison se mostraba más que dispuesto a dar crédito donde correspondía, reconociendo que la grandeza se construye también sobre el trabajo de otros.
UN GUSTO POR LA TRADICIÓN Y LA SUTILEZA
Sin embargo, su gusto era muy específico. Harrison confesó en varias entrevistas: “Prefiero escuchar a alguien como Little Richard o Larry Williams. Nunca me gustó todo eso de finales de los sesenta después de que Cream se separara, todas esas guitarras Les Paul gritando y distorsionadas”. Su pasión no estaba en los pedales ni en los trucos de estudio; Harrison amaba los sonidos naturales de la guitarra y la tradición que estos cargaban.
Para él, la sutileza lo era todo. Nombres como Ry Cooder o Eric Clapton eran sus favoritos, músicos capaces de transmitir emoción sin necesidad de exagerar. Sobre Clapton, Harrison decía sin dudar: “Eric es fantástico. Podría opacar a todos esos guitarristas si quisiera, pero es más sutil que eso”. Esta admiración se mantuvo incluso en los momentos más difíciles de sus vidas personales, cuando Clapton se enamoró secretamente de su esposa Pattie Boyd y la inspiró para escribir Layla. A pesar del conflicto, Harrison nunca dejó que su respeto por el talento de Clapton flaquease.
LA COLABORACIÓN QUE HIZO HISTORIA
La relación entre ambos se volvió legendaria en la grabación de While My Guitar Gently Weeps, cuando Clapton fue invitado al estudio a aportar su toque personal a la obra maestra de Harrison. Su presencia llevó exactamente la fuerza y el estilo que George valoraba: un músico que podía emocionar con cada nota, sin necesidad de adornos excesivos. Harrison lo definió de manera precisa: “A veces no es lo que haces, sino lo que no haces, lo que cuenta. Personalmente, prefiero escuchar tres notas tocadas de manera perfecta que un montón de notas de un guitarrista que no distingue entre un bemol y un sostenido”.
Para Harrison, Clapton encarnaba esa filosofía. Y aunque muchos celebran a Harrison como uno de los grandes, él siempre puso a Clapton un paso adelante. Su legado, sin embargo, sigue intacto: el Beatle silencioso que con cada acorde redefinió la guitarra y nos enseñó que menos, muchas veces, es más.