Más que una historia de migración o un romance fallido, “Dreams” es un retrato sobre el costo de perseguir un ideal.

Texto por: @AvanzadaMx | Fecha: 11/09/2025
El cine mexicano vuelve a estar en el centro de la conversación internacional con Dreams: Sueños, la nueva película de Michel Franco que ha dividido a la crítica, provocado debates y confirmado a Jessica Chastain como una de las actrices más arriesgadas de su generación. A su lado, el bailarín mexicano Isaac Hernández debuta en la gran pantalla con un papel que pone a prueba no solo su talento, sino también las fronteras entre arte, deseo y poder.
UNA HISTORIA ENTRE EL SUEÑO AMERICANO Y LA PESADILLA DEL PRIVILEGIO
La trama sigue a Fernando (Isaac Hernández), un joven bailarín que abandona México en busca de una vida mejor en Estados Unidos. Su llegada a San Francisco lo conecta con Jennifer (Jessica Chastain), una filántropa poderosa que lo apoya, lo seduce y lo somete a un juego de control emocional y social. Lo que empieza como un romance cargado de pasión se convierte pronto en un espejo brutal de las desigualdades: riqueza frente a precariedad, migración frente a privilegio, deseo frente a manipulación.
Con esta historia, Franco plantea una pregunta universal: ¿qué estarías dispuesto a sacrificar por tu sueño? ¿El amor, tu carrera, tu propia dignidad?
JESSICA CHASTAIN, ENTRE EL PODER Y LA HIPOCRESÍA
Chastain, ganadora del Óscar y reconocida por elegir papeles con trasfondo social, sorprende al encarnar a Jennifer McCarthy, una mujer cuya aparente filantropía se mezcla con obsesión y control. En Dreams, la actriz se adentra en una zona oscura, retratando la fragilidad de las buenas intenciones cuando están atravesadas por el ego y el poder.
Su personaje no es una heroína ni una villana sencilla: es el reflejo incómodo de un activismo que a veces oculta dinámicas de explotación. Una apuesta que consolida la reputación de Chastain como una intérprete dispuesta a asumir riesgos narrativos y éticos.
ISAAC HERNÁNDEZ: DEL BALLET AL CINE
El gran atractivo mexicano es Isaac Hernández, primer bailarín del American Ballet Theatre, quien debuta en cine con un papel tan intenso como exigente. Su formación en la danza impregna a la película de un ritmo coreográfico, pausado pero hipnótico, que eleva cada secuencia a un nivel casi poético.
La química con Chastain es uno de los elementos más comentados en festivales internacionales como la Berlinale y Sarajevo, donde la cinta generó tanto elogios como incomodidad por su crudeza.
UN RETRATO INCÓMODO DE LA MIGRACIÓN Y EL DESEO
Más allá de la historia de amor tóxico, Dreams expone sin filtros la vulnerabilidad de quienes cruzan fronteras y la crueldad de un sistema donde el privilegio dicta las reglas. Franco evita sentimentalismos y filma con un estilo frío, directo, que recuerda a directores europeos como Michael Haneke o Robert Bresson.
La migración no es aquí un simple telón de fondo: es la herida abierta que atraviesa cada decisión, cada gesto, cada silencio.
CRÍTICA INTERNACIONAL Y RECEPCIÓN
Desde su estreno en la Berlinale, Dreams ha generado reacciones encontradas:
- The Guardian la describió como “hipnótica y perturbadora”.
- Reuters la definió como “una historia de amor tóxica entre México y Estados Unidos”.
- La Cadena SER destacó su retrato político sobre la migración y el paternalismo.
Con más de un 80% de aprobación en Rotten Tomatoes, la película se perfila como una de las más comentadas del cine contemporáneo.
MICHEL FRANCO, PROVOCADOR DEL CINE ACTUAL
Con títulos anteriores como Nuevo Orden y Después de Lucía, Franco ya había demostrado su capacidad para incomodar al espectador. En Dreams, eleva la apuesta al combinar erotismo, tensión social y una narrativa que obliga a cuestionar nuestras propias creencias sobre el poder, la compasión y la ambición.
POR QUÉ DREAMS: SUEÑOS ES IMPRESCINDIBLE
Más que una historia de migración o un romance fallido, Dreams es un retrato sobre el costo de perseguir un ideal. Una obra que confronta a México y Estados Unidos, al amor y al abuso, al deseo y a la culpa.
Con un elenco internacional, un director que no teme a la polémica y un debut que marca un hito en la carrera de Isaac Hernández, Dreams: Sueños se consolida como una de las películas más provocadoras y necesarias de la década.