Con un 85% de aprobación en Rotten Tomatoes, la película ha sido bien recibida por su elenco y por su intención de devolverle al cine de comedia cierta conciencia social.

Texto por: @AvanzadaMx | Fecha: 16/10/2025
Hay películas que intentan hacernos reír, y otras que buscan hacernos pensar. “Cuando el cielo se equivoca (Good Fortune)”, la nueva cinta escrita, dirigida y protagonizada por Aziz Ansari, intenta hacer ambas cosas al mismo tiempo: una comedia sobre la desigualdad, la vida precaria y las pequeñas ilusiones que nos mantienen a flote. El resultado es una historia cálida, torpe y profundamente humana, que quizás no siempre acierta, pero que logra reflejar con honestidad la confusión de nuestro presente.
En esta fábula moderna, Ansari interpreta a Arj, un trabajador de la economía de aplicaciones que vive en su coche, saltando de encargo en encargo para poder comer. Mientras tanto, Jeff (Seth Rogen), un inversionista millonario, vive entre fiestas en Bel Air, pisos de disco y retiros con ayahuasca. El puente entre ambos mundos llega con Gabriel (Keanu Reeves), un ángel bienintencionado pero un tanto despistado, que decide intercambiar las vidas de los dos hombres para enseñarles una lección sobre lo que realmente importa.
El problema, y la ironía, es que el cielo se equivoca: al descubrir cómo vive el otro lado, Arj se da cuenta de que ser rico sí hace la vida más fácil. Ansari convierte ese desencanto en el corazón del filme, una especie de espejo amable que muestra lo absurdo de la meritocracia y el costo emocional de sobrevivir en tiempos de algoritmos y deudas.
KEANU, ROGEN Y ANSARI: TRES CARAS DEL DESCONCIERTO MODERNO
Hay una energía entrañable en la forma en que Keanu Reeves encarna a Gabriel. Con su mezcla de inocencia y torpeza, logra darle un toque de humanidad al personaje que fácilmente pudo haber sido una caricatura. Seth Rogen, por su parte, interpreta con naturalidad al “tech bro” que no se da cuenta de lo mucho que ignora. Y Ansari, con su humor cotidiano y su mirada empática, equilibra el sarcasmo con una dosis de ternura.
Keke Palmer completa el elenco con una interpretación breve pero magnética: su personaje, una trabajadora que busca sindicalizar a sus compañeros, se convierte en la voz más realista y terrenal de la película. Entre tanto caos celestial y comedia de enredos, ella aporta el tipo de verdad que no se predica, se vive.
LA COMEDIA QUE SE ATREVE A MIRAR HACIA ABAJO
“Cuando el cielo se equivoca” no es una comedia de carcajadas continuas, sino una que encuentra su fuerza en los detalles: las esperas interminables, los recibos impagables, la sensación de que el sistema está diseñado para agotarnos. Ansari combina la sátira con el realismo urbano, y aunque a veces el guion parece perderse en su propio buen corazón, el mensaje se mantiene claro: la pobreza es tan costosa como invisible, y reírse de ella no significa restarle importancia.
Con un 85% de aprobación en Rotten Tomatoes, la película ha sido bien recibida por su elenco y por su intención de devolverle al cine de comedia cierta conciencia social. Algunos críticos la acusan de ser irregular; otros celebran su frescura y su deseo de hacer pensar sin dejar de entretener.
UN REGRESO CON PROPÓSITO
Después de varios años fuera del centro mediático, Ansari vuelve con una película que, más que un regreso triunfal, se siente como una conversación necesaria. No intenta sermonear, ni convertirse en una fábula moralista: simplemente observa, con ironía y afecto, cómo la suerte y el esfuerzo rara vez se reparten de forma justa.
“Cuando el cielo se equivoca (Good Fortune)” puede no ser perfecta, pero tiene algo que muchas producciones actuales han perdido: una mirada compasiva hacia quienes viven con el agua al cuello, y una invitación a reírnos, aunque sea un poco, de las trampas del mundo moderno.