¿Qué ganan estas empresas al comprar catálogos? El adquirir los derechos les permite a los nuevos propietarios obtener ganancias por medio de regalías.
Texto por: @Sean | Fecha: 26/10/2022
En los últimos años se ha publicado en diversos medios sobre la venta de catálogos musicales de un gran número de artistas, tanto clásicos, como el de Bob Dylan o el de Neil Young, hasta más recientes, como el de Shakira o el de Julian Casablancas, por varias decenas o, en algunos casos, cientos de millones de dólares.
Si al escuchar esto te has preguntado cosas como ¿Qué significa vender o comprar catálogos? ¿Qué ganan las empresas al hacerlo? ¿Puedo vender los derechos de la canción que subí a Bandcamp por cientos de millones de dólares, como mis artistas favoritos?, intentaré brevemente resolver todas (o la mayoría) de tus dudas.
Primero, ¿Qué es exactamente lo que se intercambia en estas transacciones? Según este excelente artículo de Pitchfork (https://pitchfork.com/thepitch/what-to-know-about-musics-copyright-gold-rush/), existen dos tipos de derechos relacionados con la música: los derechos por la composición musical, en concreto, la letra y la música originales, y los derechos de grabación o, en términos más técnicos, los masters.
Estos conceptos pueden sonar similares, pero en realidad son cosas totalmente diferentes. Es bajo esta misma lógica que existe un Grammy a la mejor canción y otro a la mejor grabación. Pero en fin, cuando se anuncia que alguien compra el catálogo de alguien más se refiere a los derechos por la composición musical; la canción en sí, mas no su grabación.
Hasta aquí todo bien, pero entonces ¿Qué ganan estas empresas al comprar catálogos? El adquirir los derechos les permite a los nuevos propietarios obtener ganancias por medio de regalías, ya sea al momento de permitir a otros artistas hacer algún cover de sus canciones o al dar licencia a series, películas o comerciales de usarlas.
Para las empresas que compran catálogos, como dice la raza, más que un gasto es una inversión pues, en el caso de catálogos como los de Bob Dylan o de Phil Collins, es seguro que van a seguir siendo populares probablemente por los siglos de los siglos, asegurando un ingreso estable por mucho tiempo y compensando el pago que se hizo al momento de la compra.
Ahora, ya conociendo todo esto, ¿Quiénes son los que invierten estas cantidades de dinero en el mercado de catálogos musicales? Existen muchas empresas dedicadas a esto, pero te puedo decir que la empresa más importante de estas es Hipgnosis Songs Fund, fundada en 2018 por Merck Mercuriadis, antiguo representante de gente como Elton John, Morrissey y Beyonce, y Nile Rodgers, el legendario guitarrista de Chic, y llamada así como homenaje al gran equipo de diseñadores de portadas cuyo líder era Storm Thorgerson.
Su objetivo era darle la importancia que se merece a los escritores y compositores, pues consideran que su trabajo es la parte fundamental de cualquier canción y generalmente son los menos recompensados, lo cual hasta cierto punto es cierto. Su primera adquisición, justo en el año de su fundación, fue el catálogo de The-Dream, que incluye canciones como Baby de Justin Bieber, Umbrella de Rihanna y Single Ladies (Put a Ring on It) de Beyonce, entre otras. Tus canciones favoritas, digamos. Actualmente cuentan también con los catálogos de artistas como Justin Timberlake, Red Hot Chili Peppers y Leonard Cohen, entre muchos y muy variados otros.
Por último, lamento informarte que este ingreso de millones de dólares por la venta de catálogos es principalmente para artistas “consagrados” y que es prácticamente seguro que, a menos que suceda alguna tragedia, seguirán generando ingresos en el largo plazo.
Si bien se supone que todo esto es para beneficiar a los artistas, lo cual no dudo que sea verdad, al romántico en mí le causa un poco de problema el que se intente “corporativizar” uno de los últimos nichos que aún no estaban tan, pues, “corporativizados”, pero bueno, supongo que ya debería saber que así es la vida en el Siglo XXI.
Espero que esta breve explicación te haya ayudado a entender mejor este fenómeno que, estoy seguro, se volverá algo cotidiano dentro del futuro cercano, más de lo que ya es ahora.