“Beso de Tres” ofrece una comedia romántica cálida y adulta que recuerda que el amor moderno no es perfecto, pero sí profundamente humano.
Texto por: @AvanzadaMx | Fecha: 21/11/2025
En una industria donde las comedias románticas pasan temporadas enteras en modo de hibernación, “Beso de Tres”, título con el que llega a Latinoamérica la aplaudida The Threesome, se posiciona como esa inesperada sacudida que el género necesitaba. No es solo la historia de un trío, ni una provocación diseñada para el algoritmo: es una mirada fresca, divertida y emocionalmente adulta sobre lo que significa enamorarse hoy, cuando las relaciones son tan complejas como los propios personajes que las viven.
Dirigida con elegancia por Chad Hartigan (This Is Martin Bonner, Morris From America) y escrita con una sensibilidad sorprendente por el debutante Ethan Ogilby, la película entrega lo que pocas rom-coms modernas se atreven: humor con corazón, melodrama sin cursilería y un retrato realista de la madurez emocional sin sermones.
UN TRÍO, DOS EMBARAZOS Y UN CAOS IRRESISTIBLE
La historia arranca con el tipo de escenario que podría ser material para una comedia ligera… o para un desastre sentimental: Connor, interpretado por un carismático Jonah Hauer-King, lleva años enamorado de Olivia (la magnética Zoey Deutch). Pero una noche, un juego impulsivo y un beso que llega en el momento menos esperado los conduce a él, a Olivia y a Jenny (Ruby Cruz) a un encuentro íntimo que, aunque filmado con una delicadeza poco común, cambiará sus vidas para siempre.
Lo que parecía un desliz termina en una doble sorpresa: ambas mujeres quedan embarazadas, y la película gira hacia un territorio más profundo sin perder su ligereza. La narrativa sigue sus decisiones, miedos, vínculos y distancias, con respeto por temas como la maternidad no planificada y el derecho a elegir, pero siempre desde una óptica humana, empática y nada moralista.
LA QUÍMICA DEL ELENCO LO ES TODO
El corazón de “Beso de Tres” está en su trío protagonista, una dinámica que evita caricaturas y abraza las contradicciones naturales de sus personajes.
Zoey Deutch se luce como Olivia, un torbellino emocional que mezcla humor ácido, vulnerabilidad y encanto autodestructivo.
Ruby Cruz aporta balance y dulzura en una Jenny más terrenal, sensible y compleja de lo que su aparente timidez sugiere.
Jonah Hauer-King, lejos del cliché del mujeriego, encarna a un hombre genuinamente bueno atrapado en un embrollo emocional sin villanos ni atajos fáciles.
Alrededor, los secundarios, desde el hilarante mejor amigo Greg hasta las familias involucradas, enriquecen el tono y amplifican el caos con momentos de comedia fina y silencios cargados de significado.
UNA ROM-COM CON AMBICIÓN: HUMOR, MELANCOLÍA Y ALGO MÁS
Hartigan dirige con una mezcla de calidez indie y elegancia clásica. Su estilo evita lo obvio: no hay chistes fáciles, ni erotización gratuita, ni dramatismos forzados. En su lugar, propone un ritmo contemplativo que permite ver a los personajes crecer, equivocarse y redescubrirse.
La película juega con el formato tradicional, separada en “trimestres” que marcan el avance de los embarazos y, simbólicamente, el desarrollo emocional de los protagonistas. Ese diseño convierte lo que podría haber sido una comedia ligera en un relato que apunta a más: una reflexión sincera sobre la responsabilidad afectiva, el deseo, la amistad y la forma en que nuestras decisiones moldean quiénes somos.
POR QUÉ “BESO DE TRES” ESTÁ MARCANDO TENDENCIA
Desde su estreno en SXSW, la película ha sido celebrada por crítica y audiencia. Con un sólido desempeño en plataformas como Rotten Tomatoes y elogios de medios especializados, “Beso de Tres” se consolida como una de las rom-coms más comentadas del año por tres razones clave:
1. Reinventa el triángulo amoroso sin clichés.
Aquí no es una competencia por el amor, sino una exploración de vínculos complejos y afectos que no encajan en etiquetas tradicionales.
2. Recupera el espíritu de las rom-coms de los 80 y 90, con personajes imperfectos, diálogos inteligentes y una melancolía suave que sostiene lo sentimental sin excederse.
3. Habla de temas actuales, derechos reproductivos, vínculos queer, responsabilidad emocional, con honestidad, humor y una ternura que se siente genuina.
UNA PELÍCULA PARA REGRESAR A LA GRAN PANTALLA
En tiempos en los que el público busca historias cálidas y personajes reales, “Beso de Tres” ofrece exactamente eso: una comedia romántica que no teme ser adulta, que invita a reír, reflexionar y, sobre todo, recordar que el amor moderno no es perfecto, pero sí profundamente humano.
Es una película para ver en pareja, con amigos, o incluso en solitario cuando uno necesita sentirse acompañado.
Un recordatorio de que las mejores historias de amor no siempre tienen finales fáciles… pero sí aprendizajes que vale la pena vivir.

