Rick Rubin, que ha trabajado con artistas desde Beastie Boys hasta Adele, se destaca por traducir emociones en música, convirtiéndolo en un productor influyente.
Texto por: @AvanzadaMx | Fecha: 06/10/2025
En la historia del rock, pocos productores han dejado una huella tan profunda como Rick Rubin. Mientras George Martin guiaba a The Beatles hacia la grandeza y Butch Vig animaba a Nirvana a soltarse sin miedo, Rubin ha construido su reputación no solo por su conocimiento musical, sino por su agudo sentido del gusto y, sobre todo, por su habilidad para transmitirlo a los artistas con los que trabaja.
Recientemente, Rubin se sentó con Lauren Laverne en el icónico programa de la BBC, Desert Island Discs, y ofreció una mirada fascinante a su universo musical y personal. La entrevista reveló no solo su colección de discos, que incluye clásicos que seguramente adornan tu estantería de vinilos sino también su filosofía de producción y escucha.
LA EXPERIENCIA POR ENCIMA DE LA TÉCNICA
Rubin explicó que su enfoque creativo no se basa únicamente en buscar fórmulas o estructuras musicales: “Es solo una experiencia. Hay momentos en que busco algo específico, pero en general empieza con la experiencia general de ‘¿Qué estoy sintiendo?’ Escucho lo que llega a mí y presto atención a lo que sucede en mi cuerpo mientras escucho”.
El productor añadió: “¿Ocurre algo que me haga inclinarme hacia adelante? ¿Hay algo que me haga reír, incluso si no es gracioso? ¿Algo que me sorprenda, que me haga querer saber más o que me aburra? Si me aburre, probablemente aburrirá a alguien más. Eso es un problema”. Esta mirada introspectiva revela por qué Rubin es capaz de extraer lo mejor de artistas de géneros tan diversos como el hip hop, el rock o el country.
OCHO DISCOS, UN LIBRO Y UN LUJO
En Desert Island Discs, los invitados deben elegir ocho discos, un libro y un objeto de lujo para acompañarlos en una isla desierta. Rubin sorprendió al optar por una selección ecléctica que incluye Across the Universe de The Beatles, Rockaway Beach de The Ramones, I Believe in You de Neil Young, The First Time Ever I Saw Your Face de Roberta Flack y The Dangling Conversation de Simon & Garfunkel.
Para su lectura, eligió The Red Book de Carl Jung, mientras que su objeto de lujo fueron unas cartas del tarot. Sin embargo, su elección musical más significativa no estaba entre los clásicos más obvios.
LA JOYA ESCONDIDA: THOMAS DE HARTMANN
El llamado ‘Castaway’s Favourite’ de Rubin fue Holy Affirming, Holy Denying, Holy Reconciling, una composición del fallecido músico ucraniano Thomas De Hartmann. Rubin explicó: “Esta música no solo parece provenir de otro tiempo, un tiempo atemporal, sino que no trae recuerdos específicos de cosas que extrañar. Pensé en ello, y no quiero extrañar nada en la isla. La mayoría de las cosas que elegiría me harían recordar cosas que extrañaría; esto no lo hace”.
Para Rubin, esta pieza es la banda sonora ideal para la introspección y la creatividad pura, alejada de recuerdos y nostalgias, un reflejo de su filosofía como productor: centrarse en la experiencia presente y en la esencia emocional de la música.
UN LEGADO QUE TRASCIENDE GÉNEROS
Rick Rubin ha trabajado con artistas de todos los estilos, desde Beastie Boys y Johnny Cash hasta Adele y Metallica. Su capacidad para escuchar, sentir y traducir emociones en música lo convierte en uno de los productores más influyentes de todos los tiempos. La reciente entrevista en Desert Island Discs es un recordatorio de que, detrás de cada álbum icónico, existe una mente que entiende la música no solo como sonido, sino como experiencia.
Rubin nos recuerda que la grandeza no siempre reside en el conocimiento técnico, sino en la sensibilidad, el gusto y la valentía de dejar que la música hable por sí misma.

