Jason Momoa es la prueba de que la pasión por el metal trasciende edades, profesiones y alfombras rojas.

Texto por:   @AvanzadaMx  | Fecha: 03/08/2025

Desde los reinos de Westeros hasta las profundidades del océano en el universo DC, Jason Momoa ha demostrado ser mucho más que un rostro de acción y músculos imponentes. Pero detrás del actor hawaiano hay un verdadero metalhead con alma de fanático y corazón de músico. Si alguna vez hubo duda de su devoción por el heavy metal, basta con echar un vistazo a su cuenta de Instagram, donde se codea con leyendas como Slayer, Anthrax y Metallica, y exhibe con orgullo su pasión por el headbanging, los riffs pesados y los bajos ensordecedores.

 

 

Lo suyo no es una pose ni un guiño ocasional al rock pesado. Momoa vive y respira metal. Su acercamiento al bajo eléctrico no fue solo un capricho de cuarentena o un hobby post-fama; nació durante su preparación para Aquaman, pero pronto se convirtió en una pasión real, casi espiritual. “Siempre supe que quería tocar el bajo”, confesó a Guitar World. “Estudié y estudié… y me di cuenta de lo mucho que me lo había perdido en mi juventud”.

 

La historia de amor de Momoa con el metal no se limita a la nostalgia o al fandom. Ha subido al escenario junto a sus ídolos, como cuando se unió a Phil Anselmo para tocar “This Love” de Pantera en el tour de despedida de Slayer en 2019, o cuando se soltó con su bajo junto a la Mike Hayes Band. Pero su momento más simbólico llegó en 2025, cuando fue elegido para presentar el último show de Black Sabbath en Birmingham. El actor, nervioso como un fan más, incluso reveló que tuvo que llamar a sus contactos en Metallica y Anthrax para conseguir boletos antes de recibir la llamada oficial para ser el host del evento.

 

“Ozzy lo es todo para mí”, dijo a Kerrang!. “Sabbath es TODO, hermano. Recuerdo la primera canción que escuché, recuerdo ponerle Sabbath a mis hijos por primera vez. Amo todo de esa banda”. Después de cumplir con su papel sobre el escenario, Momoa se lanzó al mosh pit, cerrando el círculo entre fan y leyenda, entre niño metalero y estrella consagrada.

 

Como buen devoto del género, le preguntaron por sus cinco canciones favoritas de metal, y su selección dice mucho sobre sus raíces, sus héroes y su alma rockera. Sin sorpresas, encabezando la lista está “Black Sabbath” del disco debut de los padres fundadores del metal. Le sigue el martillo sonoro de “For Whom the Bell Tolls” de Metallica , “probablemente podría ser cualquier canción de ellos”, admite— y el clásico “Walk” de Pantera, al que describe sencillamente como “icónico”.

 

En el cuarto puesto, Momoa vacila entre dos himnos de Rage Against the Machine: “Freedom” y “Bulls on Parade”. La disyuntiva refleja la potencia cruda y política que también resuena con su espíritu rebelde. Cierra con una elección menos ortodoxa pero profundamente visceral: “Rocket Queen” de Guns N’ Roses, esa mezcla de seducción, salvajismo y vulnerabilidad que marcó a toda una generación.

 

Las 5 canciones favoritas de heavy metal de Jason Momoa:

“Black Sabbath” – Black Sabbath

“For Whom the Bell Tolls” – Metallica

“Walk” – Pantera

“Freedom” / “Bulls on Parade” – Rage Against the Machine

“Rocket Queen” – Guns N’ Roses

 

Jason Momoa no solo es el embajador no oficial del metal en Hollywood; es la prueba viviente de que la pasión auténtica por la música trasciende edades, profesiones y alfombras rojas. En un mundo de estrellas de plástico, él sigue siendo puro acero.