En esta película animada para cines, Porky y Lucas comparten protagonismo y una historia de origen como hermanos criados por un granjero.

Texto por:   @AvanzadaMx  | Fecha: 21/04/2025

Tras años de ausencia en la gran pantalla, Porky y el Pato Lucas protagonizan su primer largometraje animado, una carta de amor a la comedia clásica, el slapstick y la ciencia ficción de los años 50.

 

 

Puede que hayan pasado décadas desde que los Looney Tunes dominaron la televisión con sus cortos animados, pero su capacidad para reinventarse sin perder la esencia sigue intacta. El día que la Tierra explotó: una película de Looney Tunes (The Day the Earth Blew Up: A Looney Tunes Movie, 2024), dirigida por Peter Browngardt, marca un regreso triunfal de Porky Pig y Daffy Duck con una historia que combina nostalgia, humor desquiciado y ciencia ficción de la vieja escuela. Un film que, sin necesidad de efectos digitales grandilocuentes ni cameos innecesarios, se instala como una de las sorpresas animadas del año.

 

PORKY, LUCAS Y UNA AMENAZA INTERGALÁCTICA (CON SABOR A CHICLE)

En esta nueva entrega la primera película completamente animada de los Looney Tunes en llegar a cines, Porky y Lucas no solo comparten protagonismo, sino también una historia de orígenes donde descubrimos que crecieron como hermanos bajo el cuidado de un granjero. Ahora adultos, los dos intentan salvar su deteriorado hogar tomando un trabajo en una fábrica de chicles, donde conocerán a Petunia Pig, una excéntrica científica de sabores que no tarda en robarse varias escenas.

 

Pero la rutina laboral no tarda en volverse caótica: un alienígena infiltrado planea apoderarse del planeta con un producto que convierte a los humanos en zombis tras un solo mordisco. Entre chistes absurdos, conspiraciones, monstruos viscosos y homenajes a clásicos como La invasión de los ultracuerpos o The Thing, el trío protagonista deberá evitar que la Tierra literalmente explote.

 

LA ESTÉTICA QUE TODOS RECORDAMOS, PERO CON UN GIRO MODERNO

Lejos del CGI sobrecargado que domina el cine animado actual, esta cinta apuesta por una animación 2D artesanal que emula con precisión la estética de los cortos clásicos de Warner Bros. Hay una sensación palpable de cariño por el legado de la franquicia, desde los movimientos exagerados hasta los colores saturados y fondos que parecen pintados a mano. Es un regreso visualmente cálido, como volver a escuchar vinilos después de años de streaming.

 

Y aunque se nota el uso de tecnología moderna, el estilo no busca competir con el hiperrealismo de Pixar, sino ofrecer algo distinto: una comedia que se apoya en la expresividad de sus personajes y en un ritmo frenético de gags físicos, metarreferencias y juegos visuales imposibles.

 

UNA HISTORIA PEQUEÑA CON GRANDES MOMENTOS

Lejos de los despliegues de Space Jam: A New Legacy, esta película funciona justamente por su escala contenida. Al no intentar meter a toda la plantilla de personajes de Looney Tunes ni guiños forzados a la cultura pop actual, la historia respira mejor. El humor slapstick brilla, la química entre Porky y Lucas se mantiene fresca, y Petunia Pig (con voz de Candi Milo) aporta una vibra nerd encantadora.

 

Además, el guion cocinado entre once escritores logra el equilibrio justo entre lo absurdo y lo entrañable. Hay espacio para la comedia más desatada, pero también para momentos más dulces que profundizan en la relación entre los personajes. La escena de los trabajos fallidos en la introducción, por ejemplo, es puro oro para los fans de la vieja escuela.

 

UN FILM PARA NIÑOS, ADULTOS NOSTÁLGICOS Y AMANTES DEL CINE ANIMADO

El día que la Tierra explotó es una anomalía en el panorama actual: una película para todos los públicos que no subestima a su audiencia. No necesita voces de celebridades para funcionar, ni chistes de TikTok para atraer a los más jóvenes. Lo que ofrece es humor atemporal, personajes memorables y una estética que reivindica el valor del dibujo a mano.

 

Si bien su origen humilde pensada inicialmente como un proyecto para streaming que fue rescatado por la distribuidora independiente Ketchup Entertainment podría haberle jugado en contra, terminó jugando a su favor: sin presiones de franquicia ni expectativas millonarias, la película se permite ser lo que quiere ser.

 

CONCLUSIÓN

El día que la Tierra explotó no solo es una sólida comedia animada, sino una celebración del legado Looney Tunes. Divertida, ingeniosa y maravillosamente caótica, es la prueba de que aún se puede hacer buen cine familiar sin caer en clichés o sobreproducción. Una joya para quienes crecieron con Bugs, Lucas y compañía, y una puerta de entrada perfecta para las nuevas generaciones.

 

Aprovechen para verla en pantalla grande. No sabemos si volveremos a tener una aventura tan looney en cines pronto.