Al final, “El Mono” no es un thriller aterrador ni una comedia brillante, sino un experimento de horror absurdo que juega con la naturaleza de la muerte.

Texto por:   @AvanzadaMx  | Fecha: 21/02/2025

La reciente adaptación cinematográfica de The Monkey (también conocida como El Mono), basada en la historia corta de Stephen King, nos ofrece una visión única y sorprendente del horror, mezclando elementos de comedia absurda con una pizca de nihilismo. Dirigida por Osgood Perkins, esta película nos transporta a un universo donde la muerte se presenta como una inevitabilidad cómica, todo envuelto en una capa de humor oscuro. Lejos de ser una simple crítica a la mortalidad, El Mono propone un enfoque innovador que desafía las convenciones del género, invitándonos a reflexionar sobre lo absurdo de la vida misma.

 

 

EL TOQUE PERSONAL DE PERKINS

Osgood Perkins, reconocido por su trabajo en Gretel & Hansel (2020) y The Blackcoat’s Daughter (2015), ha forjado una carrera cinematográfica marcada por sus experiencias personales. La pérdida de su padre, el legendario actor Anthony Perkins, y su madre, Berry Berenson, durante los trágicos sucesos del 11 de septiembre, ha influido profundamente en su visión artística.

En El Mono, Perkins logra fusionar su dolor personal con un giro de comedia negra, centrándose en la relación entre dos hermanos gemelos atrapados en un ciclo mortal generado por un juguete maldito. Este enfoque, menos sombrío que muchas adaptaciones de King, explora con curiosidad el terreno entre el terror y el humor, creando un tono distintivo y fresco.

 

COMEDIA ABSURDAMENTE CREATIVA Y MUERTES INESPERADAS

La trama de El Mono gira en torno a un mono de juguete cuya cuerda, al ser girada, desencadena una serie de muertes extrañas y grotescas. Sin embargo, el humor que impregna la película es de una naturaleza muy particular: un tono nihilista que recuerda a películas como Deadpool, donde el absurdo y la incomodidad generan la risa más que una construcción de chistes tradicional.

A pesar de ello, las muertes, aunque exageradas y violentas, adquieren una calidad surrealista que destaca en medio del caos generalizado. Perkins, en lugar de caer en la melancolía, presenta la muerte como una broma cruel, en la que comedia y horror coexisten de manera descoordinada pero fascinante.

 

EL REPARTO Y LAS INTERPRETACIONES

A pesar de un guion que juega con diferentes tonos, el reparto de El Mono realiza un excelente trabajo con el material disponible. Theo James, conocido por The White Lotus y The Gentlemen, interpreta a Bill, el hermano mayor, mientras que Christian Convery, quien toma ambos roles de los gemelos en su niñez y adultez, otorga solidez a un personaje atrapado entre el terror y el absurdo. La interpretación de Tatiana Maslany, famosa por Orphan Black, resalta especialmente, aportando humanidad y profundidad a un papel que podría haber quedado limitado por el guion. Aunque el tono de la película no siempre favorece la construcción de personajes profundos, las interpretaciones hacen brillar lo mejor del material.

 

UN PRODUCTO VISUALMENTE AUDAZ

Desde el punto de vista visual, El Mono se presenta con un estilo único que, aunque influenciado por los años 70, no cae en la nostalgia fácil. El uso de la iluminación y la producción estética, aunque a veces oscura, busca transmitir una sensación de inquietud que acompaña la trama.

Las secuencias de gore, si bien exageradas, aportan creatividad y un toque de frescura, manteniendo al espectador intrigado sin perder el toque visual que caracteriza a Perkins.

 

UN HORROR QUE NO SE TOMA DEMASIADO EN SERIO

Al final, El Mono no es ni un thriller aterrador ni una comedia brillante, sino un experimento de horror absurdo que se divierte con la naturaleza misma de la muerte. En sus 90 minutos, la película no busca incomodar ni provocar miedo de la manera tradicional, sino generar una reflexión sobre lo absurdo que puede ser el horror cuando se enfrenta al nihilismo. Las muertes, aunque inventivas, se sienten vacías en su naturaleza, pero esto es parte del encanto de la película: un acercamiento único a la mezcla de terror y comedia.

 

CONCLUSIÓN

El Mono es una propuesta arriesgada que desafía las expectativas del género de terror. Si bien su enfoque tonal puede ser inestable, la película ofrece momentos de creatividad visual y un enfoque fresco que explora lo absurdo de la muerte de una manera inusual. Si bien algunos podrían esperar más sustos o risas de una adaptación de Stephen King, el resultado final es una experiencia cinematográfica única que refleja el humor negro y el horror en su forma más inusitada.