Si buscas una película de acción ligera, con algo de suspenso y personajes carismáticos, “Amenaza En El Aire”, cumple su función.

Texto por:   @AvanzadaMx  | Fecha: 31/01/2025

La película “Amenaza En El Aire” (Flight Risk), dirigida por Mel Gibson, es una de esas producciones que genera más preguntas que respuestas. Con un presupuesto ajustado y una apuesta por la tecnología, este filme de acción que se desarrolla en los helados paisajes de Alaska presenta una historia aparentemente sólida pero que no termina de despegar. Aquí desglosamos qué funciona, qué no, y lo que “Amenaza En El Aire” (Flight Risk) nos dice sobre el futuro de la producción cinematográfica.

 

 

La historia sigue a la agente Madolyn Harris, quien acompaña a Winston, un contable de la mafia convertido en testigo federal, desde Alaska a Seattle para testificar. Su vuelo, piloteado por Daryl, un personaje misterioso, toma un giro peligroso cuando la tensión entre los personajes aumenta y la atmósfera se llena de incertidumbre. Aunque la premisa promete altas dosis de suspenso, la ejecución deja mucho que desear.

 

A nivel de guion,” Amenaza En El Aire” (Flight Risk) sigue una estructura bastante predecible: los conflictos se desarrollan como era de esperar, las resoluciones llegan de forma algo forzada y la historia no ofrece sorpresas realmente frescas. A pesar de esto, el uso de un espacio cerrado como un avión en medio de un escenario peligroso incrementa la tensión, lo que juega a favor de la trama, aunque no lo suficiente como para mantener el interés durante toda la película.

 

Uno de los aspectos más destacables de la película es, sin duda, el elenco. Michelle Dockery, conocida por su papel en Downton Abbey, interpreta a la agente Harris con gran habilidad, mostrando a una mujer que busca redención mientras transporta a un testigo clave. Su química con Topher Grace, quien da vida a Winston, aporta momentos de humor genuino que alivian la tensión, algo esencial en un relato tan cargado de drama. Por otro lado, Mark Wahlberg, como el piloto Daryl, desempeña un papel irritante pero efectivo, aunque su personaje se siente más caricaturesco que realista.

 

Aquí es donde “Amenaza En El Aire” (Flight Risk) se enfrenta a su mayor reto: el uso intensivo de tecnología y CGI para compensar un presupuesto de entre 10 y 26 millones de dólares. Si bien la idea de aprovechar la inteligencia artificial para crear paisajes y efectos visuales tiene un gran potencial, los resultados son cuestionables. El comienzo de la película, con un motel cubierto de nieve y un alce mirando a través de la ventana, tiene un aire artificial que desmerece la experiencia visual. En comparación con producciones de alto presupuesto, como Top Gun: Maverick, la falta de realismo es palpable y afecta la credibilidad de los momentos más intensos.

 

La historia avanza con giros bastante predecibles, y uno de los peores es la revelación de un “topo” dentro de las fuerzas de la ley, algo que ya hemos visto en incontables películas de acción. Este giro resulta tan obvio que quita peso a las tensiones generadas anteriormente. Además, el uso de un teléfono satelital que resuelve de forma conveniente varios problemas técnicos, también resta intensidad a lo largo de la trama.

 

Amenaza En El Aire “ (Flight Risk) podría ser vista como una especie de experimento para lo que está por venir en la industria del cine. Con su mezcla de tecnología, CGI y una estructura tradicional, la película plantea un posible futuro donde las producciones de bajo presupuesto son enriquecidas por avances tecnológicos. Sin embargo, el resultado final no logra romper con las limitaciones de un guion predecible y personajes superficiales. Es un recordatorio de que, aunque la tecnología puede ser una herramienta poderosa, la esencia de una gran película radica en una narrativa sólida y personajes que realmente conecten con el público.

 

La respuesta es subjetiva. Si buscas una película de acción ligera, con algo de suspenso y personajes carismáticos, “Amenaza En El Aire”  (Flight Risk) cumple su función. Es una opción entretenida si no te exigen más que una historia simple y predecible. Sin embargo, si eres un amante del género que busca algo innovador o sorprendente, es probable que la película te deje insatisfecho. La dependencia de los efectos visuales y la falta de sorpresas hacen que, a medida que avanza, la película pierda fuerza. Al final, “Amenaza En El Aire” (Flight Risk) es un claro ejemplo de las dificultades que enfrentan las producciones de bajo presupuesto cuando intentan mezclar tecnología avanzada con una narrativa que no desafía las expectativas del espectador.

 

En resumen, “Amenaza En El Aire” (Flight Risk) es un filme que puede interesar a los fans del género de acción, pero para los cinéfilos que buscan algo más sustancial o fresco, probablemente no sea el mayor referente. Sin embargo, su enfoque tecnológico podría marcar una pauta en el futuro de las producciones de cine.