En general, los regresos me generan algo de problema. ¿Cuál es el punto de anunciar el fin de algo cuando no necesariamente es el final verdadero?.
Texto por: @Sean | Fecha: 01/10/2024
Septiembre de 2024 será recordado como el mes de los regresos inesperados, pues en estos días se anunció el regreso de dos bandas emblemáticas, aunque de estilos muy diferentes.
En primer lugar, el infierno se congeló y los hermanos Gallagher por fin dejaron sus diferencias a un lado (“they finally stopped marding” (Healy, 2024)) para pararse en el mismo cuarto mientras les toman una foto. Para eso, y para hacer una gira mundial de Oasis, la banda más representativa del Britpop (Blur me ha de disculpar, pero no miento). Junto con los Gallagher también regresa el legendario Paul “Bonehead” Arthurs, una de esas personas que encontraron su look icónico muy tarde en sus vidas y guitarrista original del grupo.
Obviamente este anuncio tuvo impacto mundial, aunque, sin duda, en ningún lugar del universo iba a tener un impacto más grande que en su lugar de origen de Oasis: en las mismísimas islas británicas. Como consecuencia lógica, la búsqueda de boletos para sus conciertos de reunión llegó a niveles ridículos a causa de Ticketmaster y sus prácticas monopólicas, más que nada.
Tal vez hable de esto en un futuro próximo (cuando la venta de boletos de otro artista llegue al caos a causa de los precios, podría ser cualquier día de estos), pero, como adelanto, puedo decir que los precios dinámicos tienen sentido desde la teoría económica. En cambio, los cargos por servicio son una extracción de rentas descarada por parte de esta empresa subsidiaria de Live Nation.
Volviendo a Oasis, la duda más relevante que queda en el aire no es quién abrirá sus conciertos, sino si realmente alcanzaremos a ver que se lleve a cabo alguno de ellos, tomando en cuenta que faltan poco más de nueve meses para el inicio de la gira y literalmente mañana los Gallagher podrían pelearse una vez más. ¿Veremos un espectáculo tipo el que se acaba de aventar Jane’s Addiction en Boston? Solo el tiempo nos lo dirá.
Por otro lado, unos días después del anuncio de Oasis (y también después de una de las cuentas regresivas más innecesarias en la historia de las cuentas regresivas), los grandes del Nü Metal, Linkin Park, presentaron su nueva alineación, su nueva canción, su nuevo álbum y su nueva gira mundial que increíblemente ya empezó. No imagino un mundo en el que los miembros de Linkin Park se peleen, y menos tras la forma tan digna en la que manejaron la muerte del gran Chester Bennington en 2017, así que no me queda claro el por qué de la prisa por empezar la gira, pero en fin.
La noticia de su regreso fue generalmente bien recibida por el público. Sin embargo, al día siguiente del anuncio, Cedric Bixler-Zavala, sí, el de At the Drive-In y The Mars Volta, acusó en sus redes sociales a Emily Armstrong, la nueva vocalista de la banda, de haber apoyado a Danny Masterson durante el juicio que lo llevó a la cárcel por violación. De acuerdo con el buen Cedric, Armstrong pertenece a la iglesia de la cienciología y pues… es partícipe de todo lo que tiene que ver con ese culto raro.
Después de esto, tanto Jamie Bennington, el hijo mayor de Chester, como la madre de Chester, hicieron pública su decepción con Mike Shinoda por el cómo había manejado el regreso de la banda. Según las palabras de Jamie, Shinoda estaba “discretamente borrando la vida y legado” de su padre. Sinceramente no sé de qué rayos está hablando, pero el punto es que el regreso de Linkin Park fluyó de forma tan positiva como probablemente esperaba la banda. Próximamente veremos cuál fue el resultado de todo esto.
En general, los regresos me generan algo de problema. ¿Cuál es el punto de anunciar el fin de algo cuando no necesariamente es el final verdadero? Pero bueno, ese también es tema para otro día. Si hablamos de los regresos de este mes en específico, pa’ qué les miento, yo sí me emocioné. El de Oasis es uno de esos que no pensé estar vivo para presenciarlo, mientras que el de Linkin Park me agradó en el sentido de que, como señalé hace algunos meses, el grupo es tanto de los otros miembros como lo era de Chester. Lo increíble es que, si me hubieran preguntado cual de los dos sería el regreso problemático, sin duda hubiera apostado por el de Oasis. En fin, 2024, ya nada me debería sorprender.
En otras noticias, este mes también se anunció la separación de REO Speedwagon, los de Can’t Fight This Feeling y Keep On Loving You. Primero, ¿seguían juntos? Segundo, me parece válido dar en tributo a esta gente para que regresen Oasis y Linkin Park. Ni paper boy.
Cerati.
A inicios de septiembre se cumplieron diez años de la innecesaria partida de Gustavo Cerati. Por lo menos desde aquí lo seguimos extrañando como desde aquel día.