“Los 4 Fantásticos: Primeros Pasos” no es perfecta, pero marca un cambio de dirección necesario y refrescante para el cine de superhéroes.

Texto por:   @AvanzadaMx  | Fecha: 24/07/2025

En un panorama saturado por universos compartidos, líneas temporales confusas y referencias cruzadas imposibles de seguir, “Los 4 Fantásticos: Primeros Pasos” se atreve a lo impensable: contar una historia de superhéroes sin necesidad de un glosario previo. Esta nueva versión del cuarteto creado por Stan Lee y Jack Kirby no sólo es el mejor intento cinematográfico que se ha hecho hasta ahora con los personajes, sino que también representa el inicio de una nueva era para Marvel, una que se atreve a volver a empezar.

 

 

UNA HISTORIA QUE YA COMENZÓ ,Y ESO ES LO MEJOR

En lugar de repetir por enésima vez el origen de los poderes cósmicos adquiridos en una misión espacial, Primeros Pasos confía en la inteligencia de su audiencia. La narrativa arranca en un punto avanzado de la historia: Reed Richards (Pedro Pascal) y Sue Storm (Vanessa Kirby) ya están casados, viven junto a Johnny Storm (Joseph Quinn) y Ben Grimm (Ebon Moss-Bachrach), y llevan cuatro años como protectores de la Tierra-828, un universo alternativo libre de Avengers y referencias cruzadas. Es un punto de partida audaz que otorga a la película una sensación de inmediatez y madurez emocional poco común en el género.

 

Y sin embargo, a pesar del escenario fantástico, con autos voladores, robots cocineros y tecnología análoga de estilo Jetsons, lo que mueve realmente a la trama no es la amenaza galáctica, sino algo más humano: el embarazo de Sue y el temor de la pareja ante lo desconocido.

 

GALACTUS Y EL PRECIO DE SER PADRES

La llegada de la Silver Surfer (Julia Garner), reimaginada aquí como una figura etérea y casi trágica, anuncia un ultimátum escalofriante: Galactus, devorador de mundos, exige al hijo no nacido de Reed y Sue a cambio de salvar la Tierra. Lo que sigue es una historia que, aunque vestida con capas, rayos y destrucción interplanetaria, dialoga directamente con los miedos primarios de la paternidad: la pérdida, la impotencia y la culpa.

 

Pedro Pascal encarna a un Reed más humano que nunca: un genio atrapado entre la lógica y el amor, incapaz de resolver con ecuaciones el dilema más complejo de su vida. Vanessa Kirby brilla como Sue, ahora alejada del rol secundario y presentada como el verdadero centro emocional del equipo. La química entre ambos actores sostiene gran parte del peso dramático de la cinta.

 

UN MUNDO NUEVO QUE PARECE VIEJO (Y ES HERMOSO)

Visualmente, la película dirigida por Matt Shakman es una carta de amor al retrofuturismo. Desde la arquitectura del Baxter Building hasta los anuncios de bebidas como Yoo-Hoo y aerolíneas Pan Am, todo en la Tierra-828 parece extraído de una mezcla entre Mad Men, The Jetsons y un catálogo de ciencia ficción setentero. El diseño de producción de Kasra Farahani no sólo aporta estilo, sino también coherencia interna: este no es nuestro mundo, pero podría haberlo sido.

 

H.E.R.B.I.E., el entrañable robot asistente, las consolas con luces parpadeantes y los nombres de películas ficticias proyectadas en marquesinas (“Walt Disney Presents: The Emperor’s Twin”) construyen un entorno tan rico en detalles que se antoja pausarlo para explorarlo todo.

 

MÁS ALLÁ DEL ESPECTÁCULO, UN CORAZÓN PALPITANTE

Aunque hay batallas espaciales, CGI y momentos de tensión monumental, Primeros Pasos es, en el fondo, un drama familiar disfrazado de película de superhéroes. En sus mejores momentos, evoca el espíritu de Los Increíbles (con la que comparte compositor, Michael Giacchino), pero también logra encontrar su propia voz. Incluso Galactus, interpretado con gravedad cósmica por Ralph Ineson, tiene matices que lo elevan por encima del típico villano destructor.

 

La relación entre Ben Grimm y Rachel Rozman (Natasha Lyonne) aporta una capa de ternura inesperada, y Johnny Storm, lejos del cliché del “chico caliente”, muestra una vulnerabilidad que lo hace entrañable. Pese a algunos altibajos en el ritmo, el conjunto funciona gracias a un reparto comprometido y una dirección que sabe cuándo acelerar y cuándo detenerse a mirar a los ojos de sus personajes.

 

UN NUEVO INICIO (AHORA SÍ)

“Los 4 Fantásticos: Primeros Pasos” no es perfecta, pero marca un cambio de dirección necesario y refrescante para el cine de superhéroes. Al no depender del multiverso ni del fanservice, se permite construir su propio mito desde cero. Y si este es el primer paso, no cabe duda de que vamos por buen camino.