El anuncio ha dividido opiniones entre fans y músicos. Mientras Timbaland defiende la IA como herramienta creativa, muchos la ven como una amenaza.

Texto por:   @AvanzadaMx  | Fecha: 09/06/2025

Timbaland, productor icónico y referente del hip-hop y el R&B, ha encendido un debate candente en la industria musical tras presentar a TaTa, la primera artista firmada bajo su nuevo sello Stage Zero. Pero TaTa no es una cantante común: es una artista completamente generada por inteligencia artificial, impulsada por la tecnología de Suno AI, y figura principal de lo que Timbaland describe como un nuevo género: el A-Pop (pop artificial).

 

 

El anuncio ha polarizado a fans, músicos y profesionales del medio. Mientras el productor defiende esta iniciativa como una forma de expandir la creatividad sin dejar de trabajar con artistas reales, muchos no lo ven así. Críticas como las del productor británico Shy FX apuntan que se trata de un movimiento comercial más que disruptivo, que refuerza el desplazamiento de los músicos humanos en un ecosistema ya competitivo. “Esto no es disrupción. Es un aprovechamiento comercial”, sentenció.

 

La controversia se agudizó por las declaraciones pasadas de Timbaland, quien, en una entrevista en The Inner Court, tildó de “desinspiradora” a la nueva generación de artistas, sugiriendo que la IA, a diferencia de la música actual, sí posee “alma”. Estas afirmaciones generaron desconcierto y molestia, incluso entre colegas de alto perfil como Young Guru, ingeniero de Jay-Z, quien advirtió en una transmisión conjunta por Twitch que la automatización en la música podría tener efectos devastadores, comparables a la pérdida masiva de empleos en la industria automotriz de Detroit.

 

Timbaland ha insistido en que no está entrenando sus modelos de IA con la música de otros artistas, sino únicamente con su propio catálogo, y que TaTa es un personaje desarrollado desde cero, no una simple voz generada. “No estoy dejando de trabajar con artistas reales. Esto es simplemente otra vía creativa”, explicó.

 

Sin embargo, críticos como el periodista Rob Markman y numerosos seguidores en redes sociales han cuestionado esta narrativa. Para ellos, comparar un personaje de IA con íconos animados como Mickey Mouse o Bugs Bunny no tiene sentido, ya que estos fueron creados, escritos y animados por humanos. El miedo compartido: que estas herramientas terminen reemplazando a los músicos reales en lugar de coexistir con ellos.

 

El caso FN Meka, un fallido intento de rapero virtual que Capitol Records retiró tras un uso inapropiado del lenguaje y duras críticas por caricaturizar la cultura hip-hop, aún está fresco en la memoria colectiva. Por eso, aunque el experimento de Timbaland con TaTa despierta curiosidad, también levanta banderas rojas sobre ética, representación, y el alma misma de la música.

 

Lo cierto es que la inteligencia artificial ya está aquí, y artistas y productores deberán decidir si quieren utilizarla como una herramienta colaborativa o si están dispuestos a ceder el escenario a máquinas que, aunque puedan cantar, todavía están muy lejos de sentir.