La demanda, presentada en octubre de 2024, alega que UMG retuvo deliberadamente más de $200 millones en regalías adeudadas a Limp Bizkit.

Texto por:   @AvanzadaMx  | Fecha: 20/03/2025

Limp Bizkit ha dado un paso significativo en su lucha legal contra Universal Music Group (UMG), avanzando con su demanda de $200 millones luego de que un tribunal federal de Estados Unidos rechazara el intento de la discográfica de desestimar las acusaciones de la banda. Este desarrollo legal marca un punto crítico en una controversia que ha acaparado la atención no solo de los fans de la banda, sino también de la industria musical en general.

 

 

La demanda, presentada en octubre de 2024, alega que UMG retuvo deliberadamente más de $200 millones en regalías adeudadas a Limp Bizkit. Según la banda, la compañía diseñó y puso en marcha sistemas y software de regalías con la intención de ocultar los pagos a los artistas, manteniendo esos beneficios para sí misma. Además, se alega que UMG justificó la retención de estos pagos a Fred Durst, líder de la banda, argumentando que la discográfica aún no había recuperado una inversión de aproximadamente $43 millones en el grupo a lo largo de los años.

 

Sin embargo, la historia toma un giro inesperado cuando Limp Bizkit descubre que su antigua discográfica, Flip Records, estaba recibiendo millones debido al renovado interés en la banda, mientras que Durst y el resto de los miembros no habían recibido nada. Este hallazgo llevó a la banda a presentar la demanda con el objetivo de recuperar las regalías no pagadas.

 

A pesar de los intentos de UMG por desestimar el caso, un tribunal federal decidió que la demanda de Limp Bizkit procediera. Sin embargo, el camino hacia la resolución final aún está lleno de complejidades. El caso no solo implica la lucha contra lo que la banda considera prácticas comerciales fraudulentas, sino que también exige un análisis detallado de las leyes de derechos de autor en California y Nueva York para determinar si los contratos de la banda con UMG pueden ser anulados y si la discográfica debería liberar los derechos de autor de la banda.

 

El juicio en sí es una batalla que podría tener implicaciones más amplias para la industria musical. Según la banda, no son los únicos artistas afectados por este tipo de prácticas. Durst y su equipo legal afirman que cientos de otros artistas podrían haber sido perjudicados por un sistema que favorece a las discográficas en lugar de a los creadores de la música.

 

Limp Bizkit sostiene que la discográfica, al no cumplir con los acuerdos de regalías, ha violado no solo los términos contractuales, sino también los derechos de autor de la banda. La demanda menciona específicamente que la banda nunca vio los beneficios derivados de la nueva ola de popularidad que la música de Limp Bizkit alcanzó en plataformas de streaming, como Spotify.

 

El conflicto legal también ha abierto un debate sobre la transparencia en los contratos de las discográficas con los artistas, sobre todo en una época en la que los ingresos por streaming se han convertido en una fuente fundamental de ganancias en la industria musical. La acusación de que UMG diseñó software con el fin de ocultar regalías podría sentar un precedente importante en cómo las grandes discográficas gestionan las ganancias de los artistas en el futuro.

 

A pesar de las afirmaciones de UMG, que calificaron la demanda de “ficción”, el caso sigue su curso. El 17 de marzo, el juez Percy Anderson dictó que la mayoría de las acusaciones de la banda deben ser presentadas en tribunales estatales de California o Nueva York. No obstante, el tribunal permitió que las reclamaciones de derechos de autor prosigan en la corte federal, abriendo la puerta a una larga batalla legal que podría alterar el panorama de los contratos musicales y las regalías para siempre.

 

En resumen, mientras Limp Bizkit avanza con su demanda contra Universal Music Group, la industria musical observa atentamente cómo se desarrolla este caso, que podría cambiar la forma en que los artistas reciben lo que les corresponde por su trabajo creativo. Con un conflicto que no solo involucra a la banda, sino también a otros artistas potencialmente afectados por prácticas similares, la resolución de este juicio será crucial para el futuro de las relaciones entre músicos y discográficas.