La historia, vista desde la perspectiva de los periodistas de ABC, se convierte en un thriller que plantea preguntas sobre la ética del periodismo.

Texto por: @AvanzadaMx | Fecha: 21/02/2025
La película “Septiembre 5”, dirigida por Tim Fehlbaum, revive los horrores de la masacre de los Juegos Olímpicos de Múnich de 1972, un evento trágico en el que 11 atletas israelíes fueron tomados como rehenes y finalmente asesinados por el grupo terrorista palestino Septiembre Negro. La historia, contada desde la perspectiva de los periodistas de la cadena ABC, se transforma en un thriller tenso y absorbente que no solo recuerda el evento, sino que también plantea preguntas sobre la ética en el periodismo y el impacto de la cobertura mediática en situaciones de crisis.
EL DILEMA ÉTICO DE LA TRANSMISIÓN EN VIVO
El relato no se centra únicamente en los acontecimientos trágicos, sino en cómo la cobertura en vivo, en un contexto de alta presión y caos, puede influir en el desarrollo de la situación. Los periodistas de ABC, liderados por Roone Arledge (Peter Sarsgaard) y Geoffrey Mason (John Magaro), se encuentran en el epicentro de un dilema ético. Mientras los terroristas siguen los eventos en sus televisores, los reporteros deben tomar decisiones de forma apresurada, sin el tiempo para reflexionar sobre las posibles consecuencias de sus acciones.
La película hace un retrato crudo de cómo la urgencia por obtener la primicia puede llevar a decisiones erróneas que, en este caso, podrían haber alterado el curso de la historia.
Una de las escenas más impactantes muestra a los periodistas dándose cuenta de que los terroristas están viendo en tiempo real los movimientos de las fuerzas armadas alemanas. Este momento resalta la fragilidad de la situación y la responsabilidad que los medios de comunicación tienen en eventos de tal magnitud, un aspecto que, si bien es evidente hoy en día, en 1972 era una situación sin precedentes.
UN THRILLER APOLÍTICO, PERO NO AJENO AL CONTEXTO
Uno de los puntos fuertes de “Septiembre 5” es su enfoque apolítico. La película no se adentra en las complejidades políticas del conflicto israelo-palestino ni en las dinámicas geopolíticas de la época.
En lugar de eso, se concentra en el proceso de toma de decisiones de los periodistas en tiempo real. Sin embargo, algunos críticos han señalado que al adoptar una postura neutral, el filme pierde la oportunidad de reflexionar sobre los temas más amplios que surgieron a raíz de la tragedia.
La película muestra, de manera efectiva, la rapidez con la que los periodistas deben tomar decisiones sin tiempo para la reflexión o para corregir los errores. En un mundo donde los medios de comunicación tienen una influencia masiva en la opinión pública, “Septiembre 5” ofrece una visión inquietante de cómo una cadena de noticias puede, sin quererlo, cambiar el curso de un acontecimiento trágico.
UN RELATO BIEN HECHO, PERO VACÍO DE RESONANCIA EMOCIONAL
A pesar de su habilidad técnica, con una dirección que sabe mantener la tensión y un elenco destacado, “Septiembre 5” deja una sensación de vacío emocional. El filme, aunque es absorbente y bien ejecutado, no ofrece una reflexión profunda sobre el impacto humano de los eventos que retrata. La falta de contexto sobre las víctimas y sus historias personales hace que el relato se centre más en el proceso de transmisión que en la tragedia humana en sí misma.
La película parece estar más preocupada por la forma en que se cuenta la historia que por el contenido de la misma. A pesar de sus méritos técnicos y su capacidad para sumergir al espectador en la atmósfera de tensión del momento, “Septiembre 5” no consigue transmitir un mensaje poderoso que resuene más allá de las imágenes.
En resumen, “Septiembre 5” es una película que ofrece una mirada interesante a los dilemas éticos que enfrentan los periodistas en situaciones de crisis, pero que, al final, no logra conectar emocionalmente con el espectador de la manera en que podría haberlo hecho. Es un thriller bien hecho, pero que, en última instancia, deja una sensación de insatisfacción, al no abordar de manera más profunda las repercusiones de los eventos que retrata.