Chris, fue fanático de toda la vida de The Beatles, David Bowie y Little Richard, lo que demostraba que tenía inclinaciones hacia el pop desde el principio.

Texto por:   @AvanzadaMx  | Fecha: 07/10/2024

Es más difícil destacar como vocalista que en cualquier otro componente de la música rock, ya que se necesita una gran dosis de talento natural en lugar de los trucos entrenados de operar instrumentos. El fallecido Chris Cornell, vocalista de Soundgarden y Audioslave, fue uno de esos raros músicos que podía hacerlo todo. Era un vocalista único y cautivador, un gran guitarrista y un increíble compositor, y abarcar todos esos aspectos fue lo que lo convirtió en un nombre tan venerado.

 

 

La palabra enigma se usa demasiado en la era moderna, gracias a nuestro desconcertante amor por la hipérbole, pero Cornell se acercaba más a la definición de la palabra que la mayoría. Por ejemplo, aunque estuvo estrechamente asociado con el hard rock y el metal debido a su estilo de interpretación de agudos potentes y su melena larga y fluida, que lo hacía comparable a los líderes de la época clásica como Robert Plant y Roger Daltrey, la mente detrás del sonido pionero del grunge de Soundgarden estaba interesada en otras áreas.

 

A pesar de ser una banda con inclinaciones hacia el metal y el punk, Soundgarden comenzó como un grupo post-punk. Cornell era un gran amante de bandas como Bauhaus, Siouxsie and the Banshees, XTC y Ultravox, conocidas por su oscuridad general pero con una intensidad melódica, más que los grupos de hard rock mundialmente famosos. Sin embargo, no solo le fascinaba este estilo; fue fanático de toda la vida de The Beatles, David Bowie y Little Richard, lo que demostraba que tenía inclinaciones hacia el pop desde el principio, lo cual quedó confirmado sin duda en *Scream* de 2009, un álbum influenciado por el pop y el hip-hop.

 

Aunque Cornell también fusionaría su pasión por el rock con elementos pop en su era posterior a Soundgarden con el supergrupo Audioslave, que hacía hard rock con melodías vocales pegajosas como en la balada *Like a Stone*, él afirmaba que siempre le había costado replicar al primer hombre en fusionar la energía del rock con el flujo armonioso del pop: John Lennon. “Para mí, John Lennon es el mejor cantante de todos los tiempos”, dijo Cornell en una ocasión. “Era capaz de llevar una vulnerabilidad a sus canciones que realmente nadie más podía imitar”.

 

Cornell reveló todo esto en una entrevista con *Rolling Stone* en 2009. Recordó que su profesora de piano fue la primera en notar su talento natural para el canto cuando tenía ocho años. Esto ocurrió cuando ella tocó un conjunto de notas y le pidió que las cantara de vuelta. Ella se detuvo y lo miró sorprendida. Esa fue la primera vez que Cornell impactó positivamente a un oyente. Sería la primera de innumerables ocasiones.

 

A pesar de su fuerza abrumadora como vocalista y de su habilidad para dejar a las audiencias pidiendo más, tanto en vivo como en grabaciones, Cornell admitió en la entrevista que, aunque podía imitar a cualquier cantante de metal debido a su habilidad natural para cantar con potencia, cuando se trataba de cantantes pop, la tarea era mucho más desafiante. Le resultaba muy difícil replicar los tonos terrenales de Lennon, por mucho que lo intentara.

 

Él dijo: “Puedo hacer cualquier cantante de heavy metal. ¿Rob Halford? No es problema. Pero hay ciertos timbres y estilos a los que no me puedo acercar. Por más que lo intente, no puedo sonar como John Lennon. Pero puedo imitar a Tom Jones.”

 

Aunque ver a Chris Cornell imitar a Tom Jones habría sido toda una experiencia, resulta asombroso que alguien con una voz tan elemental no pudiera igualar las melodías de inspiración blues de Lennon. Esto es especialmente sorprendente a la luz de sus propias obras maestras de composición de tintes soul, como *Black Hole Sun* y *Fell On Black Days*, dos momentos que Lennon y su banda allanaron el camino con temas como *A Hard Day’s Night* y *I Want to Hold Your Hand*.