Para Vedder, que estaba empezando en la música cuando escuchó a esa banda, esa influencia fue una constante en los momentos más oscuros de su vida.

Texto por:   @AvanzadaMx  | Fecha: 01/07/2024

En el mundo de la música, los músicos rara vez planean convertirse en ídolos. Su verdadero objetivo es crear canciones que resuenen en las vidas personales de la gente, temas que puedan cantar y sentir. Sin embargo, a veces los fans cruzan esa línea, elevando a sus artistas favoritos a un estatus casi divino, viendo en sus letras y actuaciones una fuente de sabiduría. Esto no ha impedido que algunos músicos vayan más allá del rock and roll tradicional. Eddie Vedder, por ejemplo, bien podría haber estado leyendo escrituras sagradas la primera vez que escuchó a The Who cuando era un niño.

 

 

En los primeros días del rock, The Who se destacaba entre sus contemporáneos. A pesar de estar rodeados de Mods en la escena, Pete Townshend tenía una visión diferente al crear himnos como “My Generation”, casi desmantelando todo lo que representaba el rock. A diferencia del punk que vendría después con su misma mentalidad disruptiva, Townshend siempre tuvo algo significativo que decir. Mientras bandas como The Clash politizaron el rock and roll, Townshend buscaba narrar historias y liberar su dolor a través de sus canciones, desde momentos individuales como “Behind Blue Eyes” hasta odiseas completas en *Tommy*.

 

Para Vedder, que estaba empezando en la música cuando escuchó a The Who, esa influencia fue una constante en los momentos más oscuros de su vida. Vedder recuerda: “Viví mi vida según la biblia de The Who. Ese era mi enfoque principal. Escuchaba esos discos una y otra vez, todos ellos. Finalmente los vi en 1980, y eso prácticamente cambió mi vida”.

 

Escuchar un disco es una cosa, pero ver a The Who en su apogeo es simplemente fascinante. Aunque tomaban su arte muy en serio, al subir al escenario desataban una energía salvaje en cada miembro, con la notable excepción de John Entwistle, quien se mantenía como una estatua virtuosa mientras hacía magia con su bajo.

 

Vedder se sintió atraído más por lo que Townshend tenía que decir que por perfeccionar el característico movimiento de molino de viento de Townshend. Los mejores momentos de The Who se centraban en encontrar alivio del mundo exterior, y al escuchar álbumes como *Quadrophenia*, Vedder probablemente encontró reflejos de sí mismo en esos surcos.

 

Ese enfoque profundo en la composición de canciones puede ser una de las razones por las que Vedder encontró su camino hacia Pearl Jam. En el primer cassette que entregó a Stone Gossard, Vedder narraba la historia de un niño perdido que termina en una masacre tras descubrir que toda su vida familiar era una mentira.

 

Las canciones clásicas de Vedder rara vez tenían un tono optimista, pero la lección más importante que aprendió de Townshend fue que no importaba si una canción sonaba feliz o no. Se trataba de encontrar algo que pudiera sacarte de tu vida cotidiana y ofrecerte una salida para esas emociones oscuras.