El objeto pertenecía al difunto Brian Taylor, quien trabajaba como
oficial de policía para la Policía de Northumbria.
Texto por: @AvanzadaMx | Fecha: 27/02/2024
Una bala, la cual fue utilizada en la misma pistola que mató a John Lennon, está lista para ser subastada en Newcastle el 28 de febrero.
El objeto pertenecía al difunto Brian Taylor, quien trabajaba como oficial de policía para la Policía de Northumbria. Durante una visita a Nueva York, llevó a un grupo de jóvenes con aspiraciones de convertirse en policías a ver el Departamento de Policía de Nueva York y, de manera inesperada, se vio involucrado en un tiroteo mientras viajaba en un automóvil patrulla policial.
Como disculpa, le permitieron visitar un museo donde almacenan armas de casos de alto perfil y le permitieron disparar una bala del arma que Mark Chapman utilizó para matar a Lennon fuera de su edificio de apartamentos en 1980.
Taylor guardó la bala como recuerdo, la cual mantuvo enmarcada en su hogar junto a una foto suya con el arma hasta su muerte. Ahora está lista para ser subastada en Newcastle por los subastadores Anderson and Garland, y se espera que alcance las £2,000.
Fred Wyrley-Birch, director de Anderson & Garland, dijo a la BBC: “Es uno de esos lotes un tanto macabros que atraen la atención de todos de vez en cuando. Hay una base de fanáticos de los Beatles que es fanática y un mercado para casi cualquier cosa de los Beatles”.
Wryley-Birch continuó: “Pero raramente obtienes algo tan inusual y único, es difícil saber cuánto vale y si hay un mercado para ello o no. Es una pieza realmente interesante de memorabilia de los Beatles que probablemente no se pueda replicar”.
El año pasado, el asesinato de Lennon fue explorado en la serie documental de tres partes de Apple TV+, John Lennon: Murder Without A Trial, narrada por el actor Kiefer Sutherland.
La serie incluye una entrevista con Jay Hastings, quien trabajó en el edificio Dakota en Nueva York, donde vivía Lennon y también fue el escenario de su asesinato. Recordando el evento, Hastings reveló las últimas palabras del músico en el documental: “Él pasa corriendo junto a mí. Dice: ‘Me han disparado’. Tenía sangre saliéndole de la boca. Simplemente se desplomó en el suelo”.
Hastings continuó: “Lo rodé hacia atrás y le quité las gafas, las puse en el escritorio. Y Yoko estaba gritando: ‘Consigan una ambulancia, consigan una ambulancia, consigan una ambulancia’.